viernes, 23 de enero de 2015

Un médico cristiano realizó el exorcismo sobre una madre suicida enferma

Thomas O'Brien, un médico de familia de Staffordshire, Reino Unido, persuadió a una mujer gravemente enferma y con tendencias suicidas para que dejara su tratamiento y se sometiera a un exorcismo.


O'Brien logró convencer a la mujer, con una grave depresión, madre de un hijo y que sufría dolores severos tras una colostomía, de que estaba poseída por el diablo, informa el diario 'The Daily Mail'. El médico aseguró a la enferma que "Dios debe ser el cirujano" y le aconsejó que dejara de tomar antidepresivos y la medicación para la presión arterial.
La enferma, cuya identidad no se da a conocer, tardó poco en atribuir sus problemas de salud, que se agravaron, a la acción del demonio. O'Brien y su esposa organizaron un encuentro entre la mujer y un sacerdote local, que se ofreció a exorcizarla, y la enferma se sometió al procedimiento.
El caso quedó al descubierto cuando la mujer finalmente relató lo sucedido a su psiquiatra, quien lo denunció de inmediato ante el Consejo Médico General. Actualmente, O'Brien se enfrenta a cargos de mala praxis y está acusado de utilizar su profesión para influir en los ideales religiosos de un paciente. El médico niega todas las acusaciones.

jueves, 22 de enero de 2015

La máscara dorada de Tutankamón, restaurada con 'superglue'

La obra maestra hallada por Howard Carter en la excavación de la tumba del faraón en el Valle de los Reyes es el último objeto dañado por la negligencia de las autoridades egipcias.


La preciada máscara de oro de Tutankamón, una obra maestra hallada por Howard Carter en la excavación de su tumba en el Valle de los Reyes, es el último objeto dañado por la negligencia de las autoridades egipcias. Conservadores del Museo de Antigüedades egipcias de El Cairo han denunciado que una reciente restauración "amateur" empleó vulgar pegamento para unir la barba al rostro causando un severo daño a la figura.
Empleados del museo, un caótico almacén con polvorientas vitrinas atestadas de objetos, han denunciado al periódico panárabe Al Arabi al Jadid que la figura -uno de los cientos de piezas que componen el tesoro del "faraón niño" (1550 y 1295 a. C.)- fue dañada accidentalmente el pasado año durante los trabajos de limpieza y renovación parcial del complejo, ubicado a unos metros de la céntrica plaza Tahrir de El Cairo. La barba trenzada, de oro y color azul, se separó del resto de la efigie con tocado real del monarca.
Ante el desaguisado, el equipo a cargo de la renovación del museo evitó informar al ministerio de Antigüedades y entregar la figura a un equipo de restauradores siguiendo los procedimientos habituales. En su lugar, según el rotativo, la responsable del remozado del museo llamó a su esposo -empleado también en el museo-, quien decidió resolver la rotura uniendo las piezas con resina epoxi -un vulgar 'superglue'- muy resistente pero inapropiado para conservar una pieza con más de tres milenios de antigüedad.
Las imágenes que se han difundido de la pieza tras la tropelía muestran los restos del pegamento separando la barba del mentón."Ahora se puede ver una capa de color amarillo transparente", ha explicado desde el anonimato un restaurador del Museo a la agencia Ap. Al comprobar que el adhesivo había quedado esparcido por zonas limítrofes de la pieza, los trabajadores trataron de raspar el residuo aumentando el daño y arañando la figura.


El objetivo era evitar que la pieza, una de las joyas de la colección del ajuar de Tutankamón que alberga el museo, fuera apartada temporalmente de la exhibición. "Desgraciadamente el material es muy irreversible. El epoxi tiene una alta propiedad de fijación y se emplea en metal o piedra pero no creo que fuera adecuado para un objeto destacado como la máscara de oro de Tutankamón", ha señalado otro de los conservadores.
Un lugar para los amantes de la Egiptología
Contactado por EL MUNDO, el director del Museo Egipcio Mahmud el Halwagi ha evitado pronunciarse sobre la polémica. "No puedo decir nada sobre el asunto. No soy el responsable de la restauración y el ministerio ha establecido un comité para investigar lo sucedido, examinar la pieza y elaborar un informe final. Cuando esté disponible, todo el mundo sabrá lo que ha pasado con la figura", ha explicado a este diario el máximo responsable de la institución.
Con más de 100.000 piezas, el museo -la mayor colección de arte faraónico del planeta- guarda el polvo de décadas entre las vitrinas atestadas de ataúdes, estatuillas o vasijas. En sus más de cien salas, un almacén turba al esforzado turista. Desde su inauguración en 1902, millones de amantes de la Egiptología han cumplido con el voto de peregrinar hasta el edificio de estilo neoclásico y fachada salmón que alberga el tesoro.
Un absoluto caos campa a sus anchas por sus estancias, abarrotadas y anticuadas. Los objetos languidecen pobremente identificados mediante leyendas escritas aleatoriamente en árabe, inglés o francés y la estructura general de la visita carece de un narrativa única. El templo de una de las civilizaciones más fascinantes de la historia lleva tiempo reclamando un profundo remozado.
El año pasado las autoridades anunciaron un proyecto multimillonario financiado por Alemania. Una docena de expertos internacionales trabajará en el radical cambio de imagen de un recinto que no ha sido ajeno al vértigo de los últimos cuatro años. En enero de 2011 los cazatesoros saquearon una de sus salas aprovechando la desbandada policial. Y un mes después el ejército instaló un centro de detención entre los objetos faraónicos.
Según las previsiones del gobierno, parte de la colección que se exhibe actualmente en el museo será trasladada a un nuevo espacio, el Gran Museo Egipcio, que se construye desde hace unos años cerca de las majestuosas pirámides de Giza. Con años de retraso, está previsto que abra sus puertas en agosto de 2015. El macroproyecto, de 117 hectáreas, promete ser el mayor centro en historia de Antiguo Egipto.

La historia de Don Carlos, el sádico hijo de Felipe II que la leyenda negra convirtió en un mártir

El heredero a la Monarquía Hispánica fue prendido en enero de 1568 acusado de conspirar contra su padre. A causa de una arriesgada trepanación cuando era adolescente, el príncipe sufrió graves daños cerebrales y desarrolló un carácter muy agresivo.

Hasta sus últimos días, Felipe II recordaría con la mayor de las penas la noche del 18 de enero de 1568. Vestido con la armadura real, el Monarca más poderoso de su tiempo condujo a un grupo de cortesanos y hombres armados por los oscuros pasillos del Alcázar de Madrid «sin antorchas ni velas» al aposento del Príncipe Carlos, el hijo del Rey y su único heredero. Al despertarse y hallarse rodeado de hombres armados, Don Carlos exclamó: «¿Qué quiere Vuestra Majestad? ¿Quiéreme matar o prender?». «Ni lo uno ni lo otro, hijo», contestó Felipe II instantes antes de que el Príncipe se llevara la mano a la pistola cargada de pólvora que guardaba siempre en la cabecera de su cama.
El joven heredero fue arrestado, sin que nadie llegara a apretar el gatillo, y acusado de conspirar contra la vida de su padre. Días antes, uno de sus mejores amigos, Don Juan de Austria –hermano bastardo del Rey y a la postre héroe de Lepanto–, se había visto obligado a desvelar los planes de su sobrino al percatarse de la gravedad de su locura. El cautiverio de seis meses, lejos de calmar a Don Carlos, empeoró su salud mental y terminó costándole la vida en un arranque de demencia a los 23 años de edad. En medio de una huelga de hambre, el heredero de la Monarquía Hispánica se acostumbró a calmar sus calenturas volcando nieve en su cama y bebiendo agua helada, lo cual terminó consumiendo su quebradiza salud. Por supuesto, la propaganda holandesa acusó directamente al Rey de ordenar el asesinato de su hijo y argumentó que lo único que quería Don Carlos era acabar con la tiranía de su padre en los Países Bajos. El melancólico y misterioso carácter del Monarca, a su vez, prestó los ingredientes para que Giuseppe Verdi, recogiendo la leyenda negra, compusiera siglos después una de sus óperas más famosas: «Don Carlo».
Endogamia, malaria y una caída: las culpables
La propaganda holandesa, sin embargo, no podía estar más equivocada en este caso. Felipe II fue excesivamente permisivo con la actitud de Don Carlos, el cual arrastraba problemas mentales desde que era niño. Del Príncipe maldito se ha dicho, sin excesivo rigor, que siendo solo un infante gozaba asando liebres vivas y cegando a los caballos en el establo real. A los once años hizo azotar a una muchacha de la Corte para su sádica diversión: un exceso por el que hubo que pagar compensaciones al padre de la niña. No en vano, junto a su sobrino biznieto Carlos II «el Hechizado», el primer hijo de Felipe II es el máximo exponente de las consecuencias de la endogamia practicada por la Casa de los Habsburgo.
Hijo de Felipe II y María Manuela de Avis, los cuales eran primos hermanos por parte de padre y madre, Don Carlos solo tenía cuatro bisabuelos, cuando lo normal es tener ocho. Según estudios recientes (Álvarez G, Ceballos FC, Quinteiro C, «The Role of Inbreeding in the Extinction of a European Royal Dynasty»), la sangre de Don Carlos portaba un coeficiente de consanguinidad de 0,211 –casi el mismo que resulta de una unión entre hermanos y solo por debajo de Carlos II, un 0,254 –. No obstante, los trabajos históricos actuales consideran que los genes no estaban directamente relacionados con la locura del Príncipe. Así, según el hispanista Geoffrey Parker en su biografía sobre Felipe II, el heredero a la Corona fue un niño relativamente normal, de inteligencia media-baja, que no sufrió graves episodios de demencia hasta la edad madura.
Bien es cierto que, como le ocurrió a Felipe II, el Príncipe heredero se crió lejos de sus padres. Huérfano de madre a los cuatro días de nacer, Carlos quedó bajo la custodia de sus tías, las hijas de Carlos V que todavía no tenían compromisos matrimoniales, puesto que su padre estuvo ausente de España en los primeros años de su reinado. Con 11 años, una plaga de malaria asoló la Corte y afectó al joven, quizás más vulnerable que el resto por sus deficientes genes. La enfermedad provocó en el Príncipe un desarrollo físico anómalo en sus piernas y en su columna vertebral, que, a su vez, pudo estar detrás de la grave caída que sufrió a los 18 años de edad mientras perseguía por el palacio a una cortesana. Los médicos llegaron a desahuciar al joven, dándole apenas cuatro horas de vida, y un grupo de franciscanos trasladaron los huesos de San Diego de Alcalá a los pies de su cama solo a la espera de un milagro. Contra todo pronóstico, una arriesgada trepanación pudo salvar la vida del Príncipe Carlos; no obstante, pronto se evidenciaría que los daños cerebrales se presumían irreparables.
En los años previos a aquella caída, Don Carlos vivió su periodo más feliz en la Universidad de Alcalá de Henares, donde estudió junto a su tío, Don Juan de Austria, y Alejandro Farnesio, que contaban prácticamente sus misma edad. Sin destacar en los estudios sino todo los contrario, el hijo del Rey al menos se contagió del ambiente juvenil y saludable del lugar. En 1560, Felipe II –juzgando aceptable su comportamiento– le reconoció como heredero al trono por las Cortes de Castilla.
Pero tras su caída nunca volvió a ser el mismo. Las fiebres que le afectaban periódicamente,recuerdo de la malaria, empezaron a repetirse con demasiada frecuencia. «Tiene un temperamento impulsivo y violento. A menudo pierde los estribos y dice lo primero que se le pasa por la cabeza», apuntó el embajador imperial en España designado en 1564 sobre el otro síntoma preocupante: sus radicales cambios de humor. En palabras del neurocirujano pediátrico Donald Simpsonque ha estudiado el caso, «mostraba la desinhibida malicia de un chico con un daño frontal en el cerebro».
Fugarse a Flandes para proclamarse Rey
Por el miedo de los embajadores a que se interceptaran sus informes y el Rey pudiera ofenderse, muchas de las actuaciones contra el joven no han podido ser documentadas y se basan en testimonios indirectos. Pero consta, por la correspondencia del embajador Nobili, que el hijo del Rey frecuentaba «con poca dignidad y mucha arrogancia» los burdeles madrileños y trataba con violencia al servicio. En una ocasión, Don Carlos arrojó por una ventana a un paje cuya conducta le molestó, e intentó, en otra jornada, lanzar a su guarda de joyas y ropa. También trascendió por aquellas fechas su intento público de acuchillar al Gran Duque de Alba, al que acusaba de inmiscuirse en los asuntos de Flandes.
Los conflictos entre padre e hijo no tardaron en llegar. Tras su recuperación, Felipe II le nombró miembro del Consejo de Estado en 1564, en un último intento por fingir normalidad, y barajó la posibilidad de casarlo con María Estuardo o con Ana de Austria, la cual sería posteriormente la cuarta esposa del Rey. Pero dentro de su mente enferma, sus prioridades eran otras. Obsesionado con los Países Bajos –en ese momento en rebeldía contra Felipe II–, contactó con varios de esos líderes rebeldes, como el moderado Conde de Egmonto el Barón de Montigny, para organizar su viaje a Bruselas, donde pretendía proclamarse su soberano. En efecto, el Rey en el pasado había sopesado la posibilidad de que su hijo gobernara allí, pero las actuales circunstancias políticas y la mala salud mental del Príncipe descartaban por completo esta opción.
En una reunión mantenida con Don Juan de Austria, al que pidió ayuda para fugarse a Italia, el Príncipe le comunicó sus planes. El general español le reclamó veinticuatro horas a su sobrino para tomar una decisión, e inmediatamente salió a informar al Rey. Advertido de la traición –según varios informadores–, Don Carlos cargó una pistola y pidió a su tío que regresara a sus aposentos. La pistola no pudo efectuar el disparo que habría matado al futuro héroe de Lepanto, puesto que fue descargada previamente por un cortesano, pero Don Carlos se abalanzó daga en mano contra Don Juan de Austria, que, superior en fuerza y habilidad en el combate, redujo a su sobrino. «¡Qué vuestra Majestad no dé un paso más», gritó, apuntándole con su propia daga.
Un adalid de la rebelión de los holandeses
Las noticias de esta agresión precipitaron los acontecimientos. Felipe II mandó el 18 de enero de 1568 encerrar a su hijo en sus aposentos. En los siguientes días, licenció a los servidores de su hijo y trasladó a éste a la torre del Alcázar de Madrid que Carlos V usó como alojamiento para otro ditinguido cautivo: Francisco I de Francia,capturado tras la batalla de Pavía. La lectura de la correspondencia privada del joven sacó a la luz una conspiración, más bien el amago de una puesto que ningún noble le prestó mucha atención, para acabar con la vida de Felipe II. Y precisamente porque las cartas descubiertas cada vez elevaban más la gravedad de sus crímenes, el Monarca decretó su cautiverio indefinido en el Castillo de Arévalo.
Durante los seis meses que el Príncipe permaneció cautivo, en el mismo régimen que había padecido Juana «la Loca», fue perdiendo los pocos hilos de cordura que quedaban sobre su cabeza. Acorde a los síntomas clásicos de las personas que han padecido malaria, sufría súbitos cambios de temperatura, cuya mente enferma convirtió en peligrosos y mortales hábitos. Cada vez que padecía uno de estos ataques, ordenaba llenar su cama de nieve así como ingerir agua helada en grandes cantidades. En medio de sospechas infundadas sobre su posible envenenamiento, falleció el joven a los 23 años el 28 de julio de 1568, probablemente a causa de inanición (se había declarado en huelga de hambre como protesta).
Las vagas explicaciones de Felipe II y su empeño por destruir las cartas que incriminaban a su hijo –quizás buscando ocultar las miserias de su heredero– situaron su muerte en el terreno predilecto para alimentar la leyenda negra que los holandeses, franceses e ingleses usaban en perjuicio del Imperio español. La ópera «Don Carlo» escrita por Giuseppe Verdi siglos después y un drama del poeta alemán Schiller tomaron por referencia el ensayo «Apología», de Guillermo de Orange, que presenta la vida del Príncipe de forma muy distorsionada.El holandés inventó una relación amorosa entre Don Carlos y la esposa de su padre, Isabel de Valois, y colocó al joven como adalid de la independencia holandesa y al malvado Rey como el asesino de ambos. Más allá de una inocente literatura, este episodio se convirtió en el más importante pilar de la leyenda negra contra los españoles.

Fuente: http://www.abc.es/espana/20150122/abci-hijo-felipe-maldito-enfermo-201501211850.html

La niña que vivió 5 años en un armario

Esta es una de esas historias incomprensibles que nunca deberíamos contar. Sin embargo, lo ocurrido con Lauren Kavanaugh, merece la pena conocerse para corroborar unas vez más, hasta dónde es capaz de llegar la maldad humana. Esta niña que ahora lleva una vida casi normal y que es constantemente apoyada por miles de personas en todo el mundo a través de las redes sociales, intenta sobrellevar todas las secuelas que le quedaron tras pasar 5 años de su vida, en un espacio muy limitado.
En un armario de 1.20 por 2.70 metros. ¿Por qué razón? Porque sus padres así lo quisieron, porque de ese modo, podían satisfacer sus oscuros deseos de incomprensible y cruel tortura.
La vida en el interior de un armario
Lauren tenía sólo 3 años cuando se la confinó en un armario. Puede que tú mismo, a su edad, temieras a la oscuridad. Es posible que vieras los armarios como esas dimensiones habitadas por las telarañas y esas entidades fantasmales que todo niño crea en su mundo infantil.
En el mundo de esta niña de Texas, los monstruos no habitaban en los armarios, sino en su propia casa. Su madre y su padastro decidieron que mientras sus otros hermanos llevarían una vida normal, a ella se la iba a dejar en un armario de su habitación. Sólo saldría de vez en cuando, para alimentarla, bañarla o para abusar de ella.


A día de hoy Lauren Kavanaugh recuerda perfectamente aquel confinamiento y los maltratos a los que fue sometida. El modo en que su madre la bañaba, sumergiendo su cabeza en el agua, o cómo su padre apagaba cigarrillos sobre su piel. Preferimos pasar por alto muchos de estos datos, así como evitar mostrarte las fotografías del armario en el que esta pequeña pasó cinco años de su vida. Las imágenes del estado en el que se encontraba cuando los servicios sociales dieron con ella, tampoco son nada agradables y pueden, sin duda, herir la sensibilidad de muchos de nosotros. No es fácil de asumir.
Pero, ¿cómo fue esto posible? En ocasiones nos cuesta mucho encontrar una explicación lógica a algo, que sencillamente no la tiene. Los médicos y psiquiatras indican que tras el primer abuso que la niña recibió, ambos progenitores optaron, sencillamente, por esconderla en el armario. Como a una muñeca a la que apartar de los ojos del mundo, y que sacar solo de vez en cuando.
El resto de sus hermanos escuchaban a menudo sus gritos y fueron ellos los que comentaron finalmente con sus vecinos, que tenían una hermana a la que casi no veían, pero que lloraba mucho. Cuando los servicios sociales y la policía encontraron a Lauren, no podían creer lo que estaban viendo. Tenía 8 años y pesaba únicamente 11 kilos. Su estado, era lamentable, tanto, que temieron por su vida cuando la llevaron al hospital.
Hemos de pensar que las edades comprendidas entre los 3 y 8 años, suponen una etapa vital para el desarrollo físico y emocional de un niño. Y todo estos aspectos, fueron cruelmente alterados en Lauren. Tuvo que someterse a numerosas cirugías reconstructivas para que sus órganos funcionaran correctamente. Sin contar, que su desarrollo cognitivo y emocional aún no ha podido recuperarse del todo.
Lauren nunca supo lo que significaba jugar, lo que era una sonrisa, una caricia o una palabra amable. A día de hoy tiene 21 años y ha tenido que superar numerosas depresiones y algún intento de suicidio. Pero vive con una familia que la quiere, que la ayudan y que se preocupa por ella. También tiene 3 perros a los que adora. Que le hacen reír, que le animan a comprender que el mundo sigue siendo un lugar que merece la pena. Mientras, sus padres, cumplen cadena perpetua en la cárcel. Lejos, muy lejos de esta niña a la que destrozaron la vida.

miércoles, 21 de enero de 2015

La dieta de los humanos de Atapuerca incluía perro, gato, zorro y tejón

Los humanos que vivieron en la Cueva El Mirador en Atapuerca (Burgos) hace entre 7.200 y 3.100 años, aproximadamente, comían perro doméstico, gato salvaje, zorro y tejón.
Así lo revelan 24 restos fósiles encontrados en el yacimiento, en los niveles correspondientes desde el Neolítico a la Edad del Bronce, que además de marcas de corte muestran evidencias de procesamiento culinario y de mordeduras humanas.
La revista Quaternary International recoge el hallazgo en un artículo cuya primera firmante es la colaboradora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), Patricia Martín.


Consumo de animales carnívoros
Según ha señalado IPHES en una nota, el consumo de estas especies era muy poco frecuente en Europa continental en aquellos tiempos.
El propio artículo indica que esta es la evidencia más antigua documentada tanto en la Península Ibérica como en el conjunto de Europa del consumo de pequeños carnívoros y también es la primera vez que se utilizan marcas de dientes humanos para confirmar el consumo humano de estos carnívoros.
Los investigadores han descubierto que el consumo de perro fue esporádico, aunque repetido en el tiempo, mientras que el consumo de pequeños carnívoros silvestres es más limitado en el tiempo.
En este sentido, creen que las prácticas de consumir estos animales podrían estar vinculadas con el suministro de alimentación adicional durante los períodos de escasez o con el consumo de carne de "especial consideración", como la carne de perro.
“Es una de las posibilidades que barajamos. No obstante, según datos etnográficos, en algunas culturas asiáticas o entre los bereberes, se considera la carne de perro como una rica fuente de proteínas y/o como una delicatessen. Tampoco se puede descartar que en algunos casos el objetivo fuera obtener y aprovechar la piel de estos animales”, ha señalado la investigadores Patricia Martín.


El Mirador, cueva redil
El Mirador fue utilizada como cueva redil, para albergar a los rebaños compuestos, fundamentalmente, por ovicaprinos y ganado bovino.
La base de la dieta también la integran estos animales, sin embargo, otras especies de pequeños carnívoros fueron empleadas también para el consumo.
En algunas islas del Mediterráneo, como Chipre, se documenta el consumo de algunas de estas especies ya en el Neolítico, en cambio, se trata de una práctica muy poco frecuente en la Europa continental.
“En El Mirador, los perros fueron desarticulados, descarnados, sus huesos fracturados y, finalmente, hervidos. En este yacimiento esto se ha observado tanto en los niveles Neolíticos como en los de la Edad del Bronce. Se produce de manera puntual, en distintos episodios, pero tiene continuidad temporal”, ha comentado Martín.
El consumo de las otras especies referidas, en El Mirador, es más limitado que el de los perros, y se documenta, fundamentalmente, en los niveles neolíticos.
Los gatos salvajes y los tejones fueron hervidos y su carne fue consumida. Dada la dificultad de cazar carnívoros salvajes y al carácter excepcional de su consumo en dicho yacimiento, se plantea la probabilidad de que estos animales hubieran sido capturados de forma accidental y, posteriormente, ingeridos.
“No obstante, tampoco se puede descartar la opción de que fueran empleados como una fuente extra de alimento en períodos de escasez”, remata Martín.

martes, 20 de enero de 2015

Hallan el evangelio más antiguo en la máscara de una momia egipcia

Un grupo de investigadores afirman haber encontrado lo que posiblemente sería el fragmento más antiguo conocido de un evangelio del Nuevo Testamento. El hallazgo se dio mientras desenvolvían un papiro usado para hacer máscaras de momias.
Al parecer se trata del extracto perteneciente al Evangelio de Marcos anterior al año 90 d.C. y que proporcionaría pistas sobre si ese texto ha sido cambiado con el tiempo, según cuenta Craig Evans, profesor de estudios del Nuevo Testamento en la Acadia Divinity College de Wolfville, Nueva Escocia.
Los detalles de este descubrimiento fueron publicados en LiveScience y señalan que actualmente los ejemplares más antiguos de los textos bíblicos datan del siglo II. Además, sostienen que este fragmento del evangelio del siglo I fue escrito en una hoja de papiro que luego fue reutilizado para crear la máscara de una momia.
“Dicho evangelio es uno de cientos de nuevos textos que un equipo de alrededor de tres docenas de científicos y estudiosos está trabajando para descubrir y analizar, mediante el uso de esta técnica de desencolar las máscaras, detalló Evans.



lunes, 19 de enero de 2015

¿Por qué Hitler quería ser musulmán?

La política nazi fue uno de "los intentos más vigorosos de politizar e instrumentalizar el islam en la historia moderna", escribe en su libro 'El islam y la guerra de la Alemania nazi' el historiador de la Universidad de Cambridge David Motadel.


"Nuestra desgracia es que hemos elegido la religión equivocada. ¿Por qué tiene que ser el cristianismo, con su obediencia y somnolencia?", preguntó una vez Hitler a su arquitecto personal, Albert Speer.
Desde el punto de vista de Hitler, el islam era 'Männerreligion', la religión de los hombres verdaderos: los "guerreros del islam" se van al paraíso militar con huríes y ríos de vino. De acuerdo con Hitler, corresponde mucho mejor al "temperamento alemán" que "la inmundicia judía y la cháchara sacerdotal" del cristianismo, escribe 'The Wall Street Journal'.
Hitler elogiaba al primer presidente de Turquía, Mustafa Kemal Atatürk, por su sumisión al islam, la expulsión de los griegos y la matanza de los armenios.
Motadel escribe que durante la Segunda Guerra Mundial, hubo musulmanes luchando en ambos bandos, pero únicamente entre los nazis y los musulmanes había una conexión político-espiritual. Ambos grupos odiaban la democracia liberal, a los judíos y a los bolcheviques.
En abril de 1942, Hitler se convirtió en el primer líder europeo en declarar que el islam es "incapaz de [cometer actos de] terrorismo".
Durante la guerra, los musulmanes de los Balcanes fueron incluidos por las autoridades nazis en la lista de "los pueblos racialmente valiosos de Europa". El líder de los árabes palestinos, Haj Amin al Husseini, el Gran Muftí de Jerusalén, reclutó a varios miles de estos"musulmanes alemanes" como los primeros voluntarios no alemanes para servir en las SS. En noviembre de 1944, Himmler, el comandante jefe de las SS, y el Gran Muftí crearon en Dresde la Escuela Militar de Imanes bajo los auspicios de las SS.
Después del término de la guerra, algunos nazis musulmanes lograron escapar y entraron en el Gobierno de Arabia Saudita como asesores.

¿Por qué el mundo moderno perjudica la actividad de nuestro cerebro?

En la época del desarrollo vertiginoso de las tecnologías e Internet, nos hemos acostumbrado a realizar muchas cosas a la vez. Sin embargo varios estudios científicos han comprobado que este entorno multitarea está afectando a nuestro celebro y contribuyendo a la perdida de efectividad y la distracción entre otros cambios negativos para la actividad cerebral.


Daniel Joseph Levitin, neurocientífico y profesor de la Universidad McGill de Montreal (Canadá), sostiene que la multitarea surgida de la generalización de los 'smartphones', el desarrollo de la tecnología e Internet inciden peligrosamente en la actividad de nuestro cerebro, perjudicando las actividades cognitivas, la atención, y los procesos metabólicos, informa 'The Guardian'.
Varios estudios científicos realizados han comprobado que la multitarea aumenta la producción de cortisol, una hormona glucocorticoide que causa la sobrecarga del cerebro, lo que podría contribuir a una deficitaria actividad cognitiva.
El estudio realizado por Glenn Wilson del Gresham College en Londres (Reino Unido) ha comprobado que cuando tratamos de concentrarnos en una tarea y sabemos que tenemos correo electrónico no leído, nuestro coeficiente intelectual se reduce 10 puntos.
Russ Poldrack, neurocientífico de la Universidad de Stanford (EE.UU.), por su parte, asegura que el funcionamiento de fuentes de distracción como la tele encendida o los dispositivos móviles a la hora de memorizar alguna información hace que esta se canalice hacia las partes equivocadas de nuestro cerebro. Así, en vez de llegar al hipocampo, los hechos, datos e ideas van al cuerpo estriado, que no se encarga de memorizarlos.
Por otra parte, los problemas metabólicos se atribuyen a que el cambio de atención en diferentes cosas cause en la corteza prefrontal y el cuerpo estriado la escasez de glucosa, rica en oxígeno, que el cerebro necesita para mantener los procesos de pensamiento. Precisamente por eso sentimos desorientación y debilidad extrema.

domingo, 18 de enero de 2015

Pánico en el 'instituto fantasma': presencias paranormales y luces que se apagan solas

Este centro cuenta entre sus más de 100 años de historia con un historial bastante accidentado: seis muertes y un incendio de gran consideración.


En el instituto Pocatello de Idaho (Estados Unidos) andan aterrorizados este mes de enero. Todo porque las imágenes de las cámaras de seguridad grabaron el pasado día 19 de diciembre unos extraños fenómenos que ponen de manifiesto sucesos de lo más extraños. Entre ellos, que las luces de los pasillos se apagan y se encienden aleatoriamente sin explicación aparente y presencias un tanto raras.
Así lo ha revelado el diario NY Daily News, que añaden los responsables del instituto han consultado a John y Lisa Brian, investigadores de lo paranormal, con el objetivo de aclarar qué es lo que está sucediendo. Juzguen ustedes mismos viendo el vídeo.
Este instituto cuenta entre sus más de 100 años de historia con un historial bastante accidentado: seis muertes y un incendio de gran consideración.

Fuente: http://www.ideal.es/sociedad/201501/13/panico-instituto-fantasma-presencias-20150113102743.html