viernes, 2 de octubre de 2015

El enigma de la tumba de Nefertiti se desvelará antes de que acabe el año

El ministro egipcio de Antigüedades duda que sea Nefertiti quien realmente esté enterrada junto Tutankamón, que es la teoría defendida por el egiptólogo británico Nicholas Reeves.


El ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati, ha asegurado que espera que el enigma sobre la posibilidad de que se encuentre la tumba de Nefertiti detrás de la del faraón Tutankamón se resuelva «antes de final de año».
Al Damati mostró sus dudas sobre el hecho de que sea Nefertiti, madrastra del «faraón niño», quien realmente esté enterrada junto a su hijastro, que es la teoría defendida por el egiptólogo británico Nicholas Reeves. «No puedo estar seguro de quién está detrás. Podría ser Nefertiti, también la reina Meritatón o, incluso, la madre de Tutankamón, Kiya», señaló el ministro en declaraciones a los periodistas tras una conferencia celebrada en El Cairo junto a Reeves.
Las hipótesis del ministro se basan en el hecho de que Nefertiti fue esposa del faraón Akenatón y madre de Meritatón y en que Kiya, mujer secundaria de Akenatón, era la madre de Tutankamón, una teoría que no todos los egiptólogos comparten. Al Damati no tiene dudas de que hay «algo» detrás de la cámara funeraria deTutankamón, pese a que en una comparecencia anterior había afirmado que estaba solo un «60 o 70% seguro» de la posibilidad de encontrar una nueva tumba.
Unas imágenes de alta resolución digitalizadas por la empresa española Factum Arte hicieron que Reeves, un reputado egiptólogo de la Universidad de Arizona, distinguiera unas pequeñas hendiduras en los muros de la tumba de Tutankamón que, según él, muestran una puerta sellada que dirige a otra cámara oculta.
Al Damati añadió que habrá que «esperar de uno a tres meses» para desvelar la incertidumbre, ya que aún falta «presentar la propuesta para obtener el permiso del Comité Permanente, las autorizaciones de seguridad y después realizar inspecciones con un radar dentro de la tumba».
La teoría de Reeves
Por su parte, Reeves insistió en su teoría y se basó en tres argumentos. Por un lado, la morfología de la cámara del «faraón niño», que incluye un pasillo con forma de «L» con un giro hacia la derecha, lo que «normalmente es utilizado en las tumbas de las reinas», dijo Reeves a los periodistas.
Por otro, la escena encontrada detrás del muro norte de la tumba, que es diferente y anterior a las otras escenas de la cámara de Tutankamón, lo que «parece identificar al propietario de la tumba de esa reina». Como tercer argumento, Reeves destacó que en esa escena se pueden vislumbrar características que evidencian que dos de los personajes representados son Nefertiti y su hijastro.
«Hay una pequeña línea en la comisura de los labios que coincide con las características faciales de Nefertiti y, además, la figura del rey tiene una pequeña doble barbilla, y el perfil de Tutankamón es exactamente así», añadió el egiptólogo británico. Una teoría primero basada en las fotografías digitalizadas, pero recientemente Reeves pudo visitar la tumba junto al ministro egipcio para confirmarla.
«No he encontrado nada que haya hecho que cambie de opinión; es más, todos hemos encontrado más información que hace que pensemos que podríamos estar en lo cierto», destacó Reeves. Sin embargo, dejó espacio para la duda y añadió que «hasta ahora es solo una teoría».
«Solo estoy siguiendo las pistas, que apuntan a que es Nefertiti, pero no puedo leer el futuro. Sin embargo, las pruebas son lo suficientemente sólidas para mí. Confío plenamente en que algo está sucediendo», concluyó. Independientemente de si la pista de Reeves es la acertada, de si es Nefertiti, Meritatón o Kiya quien supuestamente está enterrada junto a Tutankamón, Al Damati destacó que este descubrimiento «será el más importante del siglo» y que para los turistas «será algo único».

¿De qué murió Tutankamón?

Casi un siglo de intervenciones y análisis han dado lugar a resultados, a menudo contrapuestos, sobre la muerte del faraón más mediático.


En noviembre de 1922, Howard Carter irrumpió en KV 62, la tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes, y ambos, el arqueólogo y el difunto rey, lo hicieron en la historia. Los dos eran escasamente conocidos antes de ese momento, pero a partir de entonces la egiptología no se pudo concebir sin una referencia a sus nombres. Un saber académico y especializado dio el salto a los medios de comunicación de masas de la época, las revistas ilustradas y los noticieros cinematográficos, para no abandonarlos ya nunca. Y así hasta nuestros días.
Pero claro, para que haya una tumba tiene que haber un difunto. Es muy cierto que en los años inmediatamente posteriores al descubrimiento del enterramiento intacto (o casi) la atención se centró fundamentalmente en los “tesoros” que emergían, cuidadosamente fotografiados e inventariados, de la tumba. Los espectadores pudieron contemplarlos y los turistas admirarlos posteriormente en el Museo Egipcio del El Cairo. El pobre difunto, sin embargo, no hizo el viaje. El cuerpo momificado del rey no siguió el camino de varios de sus regios familiares en el trono de Las Dos Tierras que habían sido descubiertos en la zona cuarenta años antes y ahora reposaban a la vista de los turistas en el mismo Museo de El Cairo, seiscientos kilómetros al norte de dónde fueron enterrados. La momia de Tutankamón quedó, solitaria, en el mismo lugar de la tumba en la que fue depositada. A partir de ese momento, miles y miles de visitantes contemplaban su sarcófago, conscientes o no de que en el interior intentaba descansar para la eternidad el joven rey difunto.
Un hecho cuya relevancia a menudo se pasa por alto es la coincidencia temporal entre el descubrimiento de la tumba de Tutankamón en 1922 y la muestra pública por primera vez del busto de la reina Nefertiti en Berlín en 1924, aunque había sido encontrada por el arqueólogo alemán Ludwig Borchardt doce años antes. El busto de la reina, madrastra del propio Tutankamón, se convirtió inmediatamente en un foco de interés del público. Hasta el punto que hoy no podemos dudar de que el busto de Nefertiti y las máscara de oro de Tutankamón constituyen los dos iconos más poderosos que representan a la cultura egipcia antigua. La relación familiar que une a los dos personajes y el interés del periodo histórico en el que se desenvuelve su biografía, que no es otro que el atractivo y sugerente periodo de la reforma religiosa de Amarna llevada a cabo por el esposo de Nefertiti y probable padre de Tutankamón, Akenatón, focalizó el interés en conocer más y más íntimamente los “misterios” que el cuerpo momificado podía albergar, toda vez que de los otros personajes del capítulo no nos habían llegado sus reales despojos.
La localización de la momia de Tutankamón no facilitaba su acceso ni su estudio. Cualquier intervención sobre ella suponía cerrar al público su tumba, uno de las principales punto de interés del mítico Valle de los Reyes donde fue encontrado. Complicación y mal negocio. A pesar de ello, se llevaron a cabo numerosos análisis y observaciones, los primeros de ellos al tiempo de su descubrimiento, entre 1922 y 1924, bajo la dirección del propio Howard Carter. A medida que las técnicas de análisis se han ido desarrollando, nuevos datos se han añadido a los que poseíamos, en ocasiones arrojando luz y en otras sombras al conocimiento físico del monarca y, por lo tanto, a las probables causas de su muerte. Uno no puede pensar en una autopsia más prolongada que la que ha experimentado el cuerpo del joven rey. Casi un siglo de intervenciones, análisis y resultados, a menudo contrapuestos. Si añadimos a esto el trasiego constante de turistas frente a su sarcófago tendremos que llegar a la conclusión de que la pretensión de un eterno descanso no pasó, en el caso del desdichado monarca, de una esperanza decepcionante.
Médicamente hablando, el joven monarca tenía muy malas cartas. Su familia, la llamada dinastía XVIII egipcia, había experimentado varias crisis sucesorias desde la llegada al trono de su ancestro común Tuthmosis I. En Egipto, para preservar el linaje regio, no era raro en la familia real el recurrir a matrimonios incestuosos. La familia tutmósida, la de Tutankamón, tenía un altísimo nivel de consanguinidad. De hecho, este factor se ha puesto repetidamente de manifiesto en la peculiar figura del padre de Tutankamón, el llamado rey hereje Akenatón. Algunos aspectos del especial estilo de representar su figura se pueden explicar acudiendo a afecciones médicas conocidas, como el síndrome de Marfan. Lo mismo se puede decir de sus posiciones en el tema religioso y su inclinación hacia un misticismo claramente acentuado, que se puede poner en relación con afecciones como la epilepsia. Los españoles somos históricamente conscientes de lo que el incesto puede hacer a una dinastía que la practica como manera de perpetuarse, y el final de nuestros Austrias, con el ejemplo de Carlos II, no deja lugar a dudas. La proverbial promiscuidad borbónica asegura, sin embargo, que los reyes crezcan fuertes, sanos e inmunológicamente diversificados.


El rey no era muy corpulento, aunque tenía una estatura de 1,80 metros aproximadamente. Un reciente estudio publicado en 2010 establece con bastante seguridad que Tutankamón era hijo de la momia encontrada en la tumba KV55 del Valle de los Reyes, de la que muchos especialistas ya pensaban que podría ser la de Akenatón a pesar de los problemas para establecerlo así. Este estudio lo confirma. Por lo tanto, los problemas heredados de su familia le afectarían de lleno. Su madre, de acuerdo al mismo estudio, sería una momia femenina encontrada en la tumba KV35 también del Valle de los Reyes. Esta momia fue conocida durante mucho tiempo como la “dama joven” y el estudio de 2010 nos indica que era hermana del propio Akenatón, hija, por tanto, de Amenhotep III, cuya momia se conserva, y de Tiyi, su esposa, momia también conservada, conocida como la “dama anciana” y encontrada junto a la de su hija en la misma tumba KV35. Los padres de Tutankamón eran, por tanto, hermanos. Esta circunstancia incrementa de modo exponencial las consecuencias de la consanguinidad en Tutankamón. Ambos progenitores tenían la misma carga genética problemática que se multiplicaba al confluir en el joven monarca. En la misma tumba del rey, KV62, aparecieron dos fetos femeninos, cuyos análisis posteriores determinaron que eran hermanas entre sí e hijas del rey. Un indicador más, quizá, de su pedigrí incestuoso. La esposa de Tutankamón, Ankhesenamon, era hermana suya también, al menos de padre.
Ese mismo estudio (y varios otros realizados antes y después) muestran las consecuencias que esta consanguinidad puede haber tenido sobre las características físicas y malformaciones del cuerpo del joven faraón. Por lo pronto, se identificó al rey como paciente de la llamada enfermedad de Köhler, una osteocondrosis que afecta al hueso escafoide del pie. Consiste en una necrosis del hueso por falta de riego sanguíneo. Las consecuencias más obvias serían el dolor y la inflamación y una evidente cojera que limitaría considerablemente su movilidad. Además, Tutankamón padecía una desviación de la columna, probablemente relacionada con la malformación anterior. La cojera del rey se comprueba arqueológicamente por la existencia de bastones para caminar entre los objetos del ajuar funerario descubiertos por Howard Carter en su tumba.
Molesta como sería esta afección, sin embargo, ella no supone una amenaza para la vida de quien la padece. Sin embargo, la momia del rey ha desvelado que también padecía malaria, en su variedad más virulenta, y que había sido infectado varias veces por el mosquito portador de la enfermedad a lo largo de su corta vida. La malaria puede desencadenar un shock circulatorio o causar una respuesta inmunológica fatal. En cualquier caso, su padecimiento crónico surte un efecto debilitante, dejando al paciente mucho más expuesto a cualquier otra afección. Hubiera mermado la resistencia de su sistema inmunológico y evitado que su problema de necrosis en el pie mejorara. Todo ello en un cuerpo especialmente poco apto, por la consanguinidad, para la salud.
Sobre su muerte apenas sabemos nada. Tampoco sabemos demasiado sobre su vida, deberíamos admitir. Sus apenas dieciocho años de vida entran en el campo de la especulación. Pero claro, teniendo en cuenta las circunstancias del hallazgo de su tumba y su cuerpo, es razonable la curiosidad sobre la razón que llevó éste a aquélla. El asesinato es una opción siempre atractiva para personajes históricos. Añade interés y hace recaer una atención dramática sobre el sujeto. También juega con la presencia de buenos y villanos. Todo esto se traduce, voluntariamente o no, en beneficios y notoriedad, a veces breve, para quien lo propone.
Cuando Howard Carter abrió el sarcófago que contenía el cuerpo del rey se encontró con que las resinas se habían endurecido de tal manera que era muy difícil separar del cuerpo los vendajes y ambos del sarcófago que los contenían. Se probaron varios métodos, incluido la exposición del sarcófago al sol tebano para que las resinas se reblandecieran. No cedieron. Carter decidió, pues, cortarlas con cuidado. Con todo, este forcejeo y manipulación del cuerpo, las resinas y las vendajes ha alimentado la polémica. Porque algunas lesiones que la momia presenta han podido producirse después de la muerte. Así, el cráneo, hoy separado del cuerpo, presenta una fractura en su base y una fisura que sería consistente con un gran golpe. Si lo recibió en vida habría que buscar a un villano. El anciano Ay, suegro de Akenatoó y quien le sucedería en el trono, es un candidato perfecto para estar detrás de este golpe, literal y metafóricamente. El pobre Ay es un personaje histórico antipático que no le cae bien a nadie. Si las lesiones se produjeron tras la muerte los responsables serían unos embalsamadores poco cuidadosos o un arqueólogo impaciente. Algo menos dramático.
En 2005, un análisis por TAC reveló que el rey se había fracturado una pierna por la rodilla poco antes de su muerte, ya que el hueso no tuvo tiempo de soldar. Fue una fractura especialmente complicada. Al parecer, la fractura se infectó. Podemos imaginar los efectos de una infección importante en un cuerpo debilitado inmunológicamente y afectado por una malaria virtualmente crónica, además de otras afecciones. En 2012, otro informe propuso que el monarca sufrió una ataque epiléptico, enfermedad tradicionalmente relacionada con su padre Akhenaton, y que este ataque le habría hecho caer al suelo produciendo la mencionada fractura.
Las numerosos análisis realizados son consistentes en la enumeración de afecciones, varias de ellas consideradas como taras congénitas, que son mucho más numerosas en casos de hijos de parejas consanguíneas. El rey padecía de un paladar hendido, condición asociada normalmente a esta circunstancia, pero también se han mencionado otras posibles enfermedades, como el síndrome de Marfan, el síndrome de Fröhlich, el de Klinefelter o el de Antley-Blixer. El catálogo de síndromes relacionados con el monarca muerto se hace interminable e impronunciable.
Recientemente, en 2013, otro estudió llegó a la conclusión de que el monarca sufrió un accidente, concretamente con un carro. Según este estudio, Tutankamón recibió un gran golpe, que le afectó a la totalidad de su costado derecho, mientras se encontraba de rodillas. Qué hacía un monarca cojo de rodillas subido en un carro o delante de él es otro de los misterios que quedaría por resolver en este caso. Un año después, otro estudio más reveló que las lesiones del costado derecho fueron producidas post-mortem, restando emoción a una historia controvertida y haciéndonos regresar de nuevo al escenario de los embalsamadores chapuceros o la ansiedad del quizá no tan flemático egiptólogo inglés.
Quedan, sin duda, análisis por hacerse. Más técnicas se descubrirán que habrán de aportar más y más información a lo que vamos conociendo. Lo que sabemos hoy, en definitiva, es que tenemos frente a nosotros la historia de un joven que no llegó a madurar en la vida, a la que llegó con una pesada mochila genética y una baza de cartas muy mala. Las condiciones higiénicas del Egipto antiguo no eran como las nuestras, huelga decirlo, y los métodos curativos tampoco. En estas condiciones cualquier afección o infección razonablemente normal, bacteriana o vírica, un mal enfriamiento derivado en neumonía o una insolación podría desencadenar una cadena de consecuencias que, en plena juventud, le llevara a la tumba. Allí donde lo encontró Howard Carter.

El misterio de Tutankamón y el amante de Alejandro Magno

Mientras sigue sin desvelarse si existen cámaras desconocidas en la tumba del primero, arqueólogos griegos creen haber dado con la del segundo.


Momentos excitantes en el mundo de la arqueología –por si no lo fueran ya los del mundo en general-. A la noticia de la búsqueda decámaras ocultas en la tumba de Tutankamón, una de las cuales se especula que acaso guarde la momia de Nefertiti, nada menos, se ha sumado la de que podría haberse encontrado el sepulcro de Hefestión, el amante de Alejandro Magno. El gran amigo y amor de la vida del rey macedonio, que le acompañó en todas sus campañas como uno de sus generales (acabó dirigiendo su caballería y siendo quiliarca, una especie de visir o segundo al mando), sería finalmente el personaje al que estaría consagrada la gran y misteriosa tumba de Anfípolis, bajo un túmulo gigantesco, la colina de Kasta, al noreste de Tesalónica.
Dicha tumba sensacional, que los arqueólogos llegaron a pensar que era la del mismísimo Alejandro (su cenotafio macedónico: el cuerpo es sabido que se encontraba en un sepulcro en Alejandría, hoy desaparecido), fue localizada en 2012 aunque los trabajos en el túmulo y los hallazgos arqueológicos se remontan a los años cincuenta. La monumentalidad de la tumba estaría en consonancia con la épica pena que se nos dice que sintió Alejandro al morir Hefestión y las conmemoraciones realmente extravagantes que dedicó al amigo muerto, incluyendo la dedicación al amante de un culto heroico.
De momento toca ser prudentes y aguardar el desarrollo de las investigaciones, en ambos casos. No se tomó Troya en un día, y valga la frase especialmente en este contexto.
La hipótesis lanzada este verano por el reconocido especialista británico Nicholas Reeves, uno de los mayores especialistas mundiales en la época de Amarna (la de Akenatón y su familia), de que la famosa tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes (Lúxor), uno de los monumentos más conocidos, estudiados y visitados del planeta, podría albergar cámaras desconocidas hasta ahora, desató una oleada de emoción y escepticismo a partes iguales. La idea, comparable a decir que hay otra sala desconocida en Altamira o en la Capilla Sixtina o que se ha dilucidado la muerte de JFK, parecía una locura: ¿cómo iban a no haberse dado cuenta de la existencia de esas cámaras el descubridor de la tumba, Howard Carter, que pasó años dentro estudiándola (y vaciándola) con su equipo y los millones de personas que desde el hallazgo en 1922 la han visitado?


Reeves apoya su hipótesis de que hay concretamente una cámara perteneciente al enterramiento de Tutankamón sin descubrir (y que almacenaría aún parte de su ajuar funerario) y otra que sería realmente un pasaje que conduciría a una tumba anexa desconocida (¡la de Nefertiti! –madrastra de Tutankamón-) en la existencia de ciertas anomalías en los muros oeste y norte de la cámara funeraria del faraón. Esas anomalías, fisuras ocultas tras las pinturas que sugieren la existencia de puertas, se habrían revelado durante el minucioso escaneado de la cámara mortuoria efectuado por la empresa Factum Arte para la posterior realización de una copia facsímil del sepulcro.
Lo de Nefertiti, cuyo paradero es uno de los mayores enigmas de Egipto junto con el de Cleopatra, Reeves lo sostiene basándose en una docta relectura iconográfica de las pinturas de la cámara funeraria (la única decorada de la tumba) que según él mostrarían no a Tutankamón sino a la reina entronizada como faraón.
Pese a que todo está muy traído por los pelos, sorprendentemente Reeves ha sido autorizado a estudiar la tumba con una celeridad asombrosa, y no solo eso, sino que el ministro de Antigüedades Egipcias, Mamdouh El Damaty, arqueólogo y egiptólogo solvente, ha estado junto a él durante las primeras inspecciones oculares realizadas ya esta semana in situ. Todo ello parece indicar que se da total credibilidad a las teorías de Reeves y que quizá haya otros indicios o pruebas que no han sido hechos públicos. Sería raro que el Gobierno egipcio –por no hablar del propio Reeves que, recordémoslo, pasó mucho tiempo investigando en el Valle de los Reyes hasta que lo echó el entonces todopoderoso responsable de las antigüedades Zahi Hawass- se embarcara en una aventura semejante si pensara que va a salir con las manos vacías y el prestigio dañado. Aunque no hay que descartar el beneficio que para el mermadísimo sector turístico puede significar toda la atención mediática de la operación.
De momento, la primera entrega del serial se ha saldado con un anticlímax. Tras la inspección y la primera rueda de prensa, el jueves, estamos donde estábamos: las puertas podrían existir, y los misterios ocultos, pues también.
Se ha anunciado que se realizarán estudios con radar y otras técnicas no intrusivas para averiguarlo. Mientras eso ocurra, mientras no veamos qué hay (si hay algo) al otro lado del muro, todo lo demás es pura especulación, un saludo al sol, y valga de nuevo la referencia (en este caso a Akenatón). El timing del desvelamiento no está claro: se habla de unos meses y se ha comentado ya que la noticia, cualquiera que esta sea, podría darse a conocer en coincidencia con la fecha del aniversario del descubrimiento de la tumba, el 4 de noviembre. Esperemos que la cosa no se demore como aquel show que fue la investigación de los conductos de ventilación de la Gran Pirámide. En fin, todos los amantes de la egiptología y de la arqueología y el arte y la historia en general (y de los misterios), permaneceremos en ascuas hasta que se aclare el asunto (aunque yo me como el salacot –y lo haría muy a gusto- si resulta que Nefertiti está de verdad en la tumba de Tutankamón).


Lo de la tumba de Hefestión no tiene el mismo morbo, pero no está mal. Hefestión era el hombre al que Alejandro amaba (sabemos por las fuentes que era atractivo y más alto que él: la reina persa los confundió), su favorito. Se decía, con antigua sorna, que Alejandro solo había sido derrotado una vez y lo había sido por los muslos de Hefestión. Su relación se moldeaba –Alejandro era un mitómano- en la de Aquiles con Patroclo (¡qué peligro tiene leer la Ilíada al pie de la letra!), aunque en este caso al parecer el querido era de mayor edad que el rey. El sexo entre Alejandro y Hefestión se da por seguro entre los estudiosos, aunque, como señala el magistral Robin Lane Fox, “no sabemos exactamente quién hizo qué a quién”, lo que es una fórmula muy británica de decir las cosas.
Hefestión, compañero de infancia, luchó mucho y bien junto a Alejandro, fue herido en Gaugamela, tuvo que tragarse el sapo de los amores del rey con el persa Bagoas y su boda con Roxana (fue padrino), apoyó siempre a su jefe incluso en los momentos más difíciles de la carrera de este y la rebelión del ejército, le secundó en sus planes de unir los imperios macedónico y persa (se casó con la hija pequeña de Darío, convirtiéndose en cuñado de Alejandro) y acabó como hiparca, jefe de la caballería y posiblemente el hombre al que el rey habría visto como sucesor.


Durante las inacabables campañas asiáticas, en Hamadán, al oeste de Irán, Hefestión cayó enfermo con fiebres, probablemente tifoideas. El médico le recetó dieta, pero él se comió un pollo regado con vino y se puso peor. Durante siete días permaneció en cama y murió. Alejandro, destrozado, se entregó a una pena desmesurada como él mismo. Ayunó, se cortó el cabello y las crines de todos los caballos, y al final decidió honrar al amigo con despliegue jamás visto. Los funerales fueron espectaculares, fuera de toda mesura.
Según las fuentes clásicas, el monumento que proyectó dedicarle a Hefestión, encargado al arquitecto Dinócrates, medía sesenta metros, constaba de varios pisos y estaba decorado con estatuas como una especie de gigantesca falla. Se habrían empleado veinte toneladas de oro. Hay estudiosos que dudan de que llegara jamás a realizarse, pues Alejandro murió solo un año después que Hefestión. Tampoco está claro si lo diseñado respondía a una pira -¿fue Hefestión cremado a la manera macedónica (y homérica) o quizá se conservó su cuerpo como el del propio Alejandro?- o a una construcción duradera, pero en todo caso, los restos del amado amigo, al que se le consagró un culto semidivino, deberían reposar en última instancia en una tumba regia. Puede que se hicieran las dos cosas: una pira fenomenal –según algunos testimonios se quemó a Hefestión en Babilonia y hubo que desmontar una parte de la muralla para dar cabida al dispositivo- y una tumba en la patria macedónica a escala del afecto y la pena de Alejandro.


La tumba de Anfípolis, la más grande de Grecia, con 30 metros de altura y rodeada de un muro de mármol de casi 500 metros de largo y tres de alto, podría haber sido construida en memoria de Hefestión. La directora de las excavaciones, la arqueóloga Katerina Peristeri, así lo cree tras el descubrimiento de unas inscripciones en las que aparece lo que interpreta como el monograma del personaje. Aduce también en beneficio de su hipótesis la cronología de la tumba (que establece en el siglo IV antes de Cristo) y la presencia de un monumental león de piedra (hallado en 1912 a 2 kilómetros) que según ella habría estado colocado sobre el túmulo y que remite a la misma estatua que sabemos hizo tallar Alejandro en Hamadán en memoria de su amigo y que allí se conserva. En todo caso, en la tumba, que posee tres cámaras y está decorada con esfinges, cariátides, frescos y mosaicos, se han encontrado restos de al menos cinco personas. A lo largo de las excavaciones, la tumba ha sido atribuida a Alejandro mismo, a su madre Olimpia y a alguno de sus generales. De momento las evidencias claras de que pudiera ser la tumba de Hefestión son, de nuevo, ay, más bien escasas.

¿Pudo la endogamia acabar con los neandertales?

Investigadores del CSIC han descubierto que las anomalías genéticas halladas en la primera vértebra cervical de esta especie demostraría que la endogamia les llevó a la extinción.


Un estudio llevado a cabo por investigadores de CSIC en la cueva asturiana de El Sidrón indica que la endogamia (la práctica de contraer matrimonio personas de ascendencia común o naturales de un pequeño espacio geográfico) pudo ser un factor decisivo en la extinción de los neandertales, la «otra» especie inteligente que compartió con nosotros el continente europeo y que desapareció sin dejar rastro hace cerca de 30.000 años.
La investigación, que se publica en la revista PLOS ONE, indica que losneandertales vivían en grupos pequeños, relativamente aislados y con una baja diversidad genética. Según afirma a ABC el paleoantropólogo Antonio Rosas, que ha dirigido el estudio, «la endogamia, con la consecuente pérdida de diversidad genética fue, sin duda, uno de los factores que contribuyeron a la extinción de la especie. Se sabe, además, que por debajo de ciertos niveles de diversidad genética el proceso se hace irreversible, ya que disminuye la capacidad de reacción de la especie ante eventuales cambios ambientales».
Los investigadores llegaron a esta conclusión tras analizar una serie deanomalías congénitas en la primera vértebra cervical, llamada atlas y que constituye el punto de apoyo del cráneo sobre la columna vertebral.
«El atlas –explica Rosas– forma un anillo de hueso donde descansa el cráneo, y puede presentar una gran variedad de anomalías congénitas en la parte anterior y posterior del anillo. Entre ellas, la más sencilla es la dehiscencia (falta de cierre) del arco posterior en la línea sagital media».
En las poblaciones humanas actuales, esta clase de anomalía se presenta con una frecuencia muy baja, entre el 1% y el 4%. Por eso, las cifras de El Sidrón, donde se han hallado ya 13 individuos, resultan tan sorprendentes.
«De los tres atlas que tenemos en El Sidrón –asegura el investigador a ABC– dos presentan anomalías congénitas, lo cual supone una proporción muy superior a la tasa normal. Sabemos, por comparación con poblaciones humanas actuales y con otras especies de mamíferos, que esta clase de anomalías son muy poco frecuentes, y que suelen aparecer relacionadas con la endogamia».
Causa de extinción
«Si sumamos esta anomalía a otros indicadores de endogamia –afirma Rosas–, como la retención del canino de leche (que no se cae durante la infancia y permanece en edad adulta), las evidencias de que esa práctica pudo contribuir de forma decisiva a la extinción cobra gran importancia».
Los datos resultan coherentes con otras investigaciones genéticas llevadas a cabo tanto en los 13 neandertales de El Sidron, que indican que todos ellos estaban genéticamente muy próximos, como con lo que se sabe de los neandertales en general, «que vivían en grupos pequeños y con baja variedad genética. Esta causa, junto con otras, pudo ser uno de los desencadenantes de la extinción», afirma Rosas.
La misma situación de endogamia también puede darse en grupos humanos modernos, que vivan relativamente aislados en una isla o en valles poco comunicados.
Para el investigador, «una especie con baja diversidad genética está menos preparada para enfrentarse a un cambio climático brusco. Si a eso añadimos la llegada de un grupo nuevo al continente, los Sapiens, entonces la extinción se precipita».
A diferencia de los neandertales, nuestros antepasados directos vivían en grupos mayores y que se relacionaban entre sí, lo que se traducía en una mayor variabilidad genética de la que existía entre los neandertales.
A pesar de que los neandertales lograron sobrevivir en Europa durante 350.000 años, «siempre han funcionado en grupos pequeños», asegura Antonio Rosas, quien aclara que «no es lo mismo endogamia que consanguineidad, extremo que se da en una misma familia. El grado máximo de endogamia es la consanguineidad».
Mientras la consanguineidad puede tener efectos muy rápidos, la endogamia en un grupo pequeño y no necesariamente familiar va mucho más lenta. «Lo que hace, explica Rosas, es que las poblaciones estén cada vez más indefensas ante cualquier adversidad. Es como un virus oportunista, que no te mata él, pero te debilita y te termina matando otra enfermedad. Es lo mismo, pero no en un individuo, sino en una población. Se trata de un fenómenio evolutivo».

Hallan en Israel un mosaico de hace 1.500 años con imágenes de Egipto

La escena representa la antigua colonia de Chortaso en Egipto.


Arqueólogos israelíes han hallado en el sur del país un exclusivo mosaico de hace 1.500 años que servía de suelo en una iglesia bizantina y contenía imágenes del Antiguo Egipto. El extraño mosaico, descubierto hace unos meses pero desvelado hoy a los medios por la Autoridad de Antigüedades de Israel, de cara a su apertura al público el jueves, muestra imágenes de calles y edificios en el vecino Egipto, informa ese organismo en un comunicado.
"La aparición de edificios en mosaicos que servían de suelo son un fenómeno raro en Israel. Los edificios están ordenados a lo largo de una calle con columnas, en lo que sería una especie de mapa antiguo", dicen los investigadores Saar Ganor y Rina Avner, a cargo del proyecto. Una inscripción en griego que se ha preservado a lo largo de uno de los edificios indica que el lugar descrito en la imagen es laantigua colonia de Chortaso, en Egipto y donde de acuerdo a la tradición cristiana fue enterrado el profeta Habacuc.
Según ambos arqueólogos, la reproducción de una vista de esa ciudad puede deberse al origen de la comunidad que se asentó en lo que hoy día es la ciudad de Kiriat Gat, en el sur de Israel y a unos 70 kilómetros de la actual frontera actual entre ambos países. El mosaico fue encontrado hace dos años en un parque industrial en construcción y fue extraído del lugar para su conservación y devuelto hace unas semanas a su lugar original, donde quedará expuesto.
De la iglesia original no han quedado restos, pero los investigadores destacaron el empeño que pusieron los autores, con el uso de una amplia gama de colores y una calidad de materiales sin precedentes. "Los artistas utilizaron teselas de 17 colores para preparar el mosaico. La inversión en los materiales y su calidad son de las mejores descubiertas en Israel", explicaron.
Además de edificios de dos y tres plantas tridimensionales, con una meticulosa exposición de balcones, galerías y tejados, otra parte del mosaico incluye frutas y animales, entre estos últimos gallos, ciervos y aves.La imagen la completan un paisaje del Nilo consistente en un bote con una vela izada.

¿Posible anomalía médica única en el mundo?

Jaxon 'Strong', el bebé que nació con una extraña enfermedad: sin parte de su cerebro y su cráneo.

Tiene un año recién cumplido, lo que para sus padres es un motivo de gran alegría después de que los médicos incluso recomendaran a sus padres abortar. "Hicimos todo lo posible para darle la oportunidad de luchar y es lo que está haciendo desde que nació", dice la madre.


Los médicos no creyeron que pudiera sobrevivir pero sus padres apostaron por darle una oportunidad y siguen luchando por él cuando ya ha cumplido su primer año. Se trata de Jaxon Emmett Buell, un bebé estadounidense que nació con una extraña enfermedad por la que carece de determinadas partes de su cerebro y de su cráneo.Se llama anencefalia, una anomalía que suele asociarse a un gen recesivo durante el embarazo por la cual la parte superior del tubo neuronal no logra cerrarse y provoca que al afectado le falten determinadas partes de la cabeza.
Es su padre, Brandon Buell, quien cuenta la evolución del pequeño en su perfil de Facebook. De hecho, su historia está causando furor en las redes sociales, que han puesto el sobrenombre de 'Strong' ('Fuerte') al bebé. Además, cuenta con una página de donaciones para ayudar a la familia con el tratamiento médico y otros costes y conseguir que Jaxon siga desafiando a la muerte. No en vano, su madre, Brittany, en una entrevista al diario Daily Mail, reconoce: "Soy muy consciente de que hoy puede ser su último día". Y añade: "Luego desaparecen esas ideas. Intento estar positiva el 99% de las ocasiones, pero el 1% restante me doy cuenta de lo preocupantes que es la situación y que es probable que muera".
Los doctores recomendaron al matrimonio el aborto cuando descubieron lo que le ocurría al bebé durante la gestación. "Tras una ecografía a las 17 semanas, supimos que algo iba mal cuando el especialista giró su cabeza y se fue", confiesa Brandon. Los médicos les explicaron que era improbable que superara el nacimiento y, en caso de sobrevivir, les advirtieron sobre sus extremas condiciones de vida. Sólo uno de cada 4.859 bebés en EEUU sufre anencefalia y suelen morir poco después de cumplir el primer año, según el Centro para el Control y la Prevención de la Enfermedad.
La pareja, contraria al aborto, decidió dar al bebé "una oportunidad". "Hicimos todo lo posible para darle la opción de luchar y es lo que está haciendo desde que nació",aseguran. Brittany dio a luz por cesárea el 27 de agosto de 2014 a un bebé que pesó 1 kilo con 700 gramos y, como se esperaba, sin la parte superior del cráneo y sin varias partes de su cerebro. Estuvo tres semanas conectado a múltiples tubos en la incubadora en la unidad de cuidados intensivos de la planta de neonatos de un hospital de Florida, mientras los cirujanos analizaban su situación. "Fue muy doloroso. Recuerdo a los médicos diciéndome que mi hijo probablemente nunca andaría, nunca hablaría...", comenta Brandon.
El pequeño sobrevivió y, dos meses después de pruebas por parte del niño y de temor por parte de los padres, fue trasladado a un centro neurológico donde les transmitieron esperanza con un análisis completo y un nuevo tratamiento que ha dado resultado.Desde entonces, Jaxon 'Strong' ha mejorado y es feliz luchando día tras día por seguir dando a sus padres motivos para sonreír.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Corrientes de agua en Marte, nuevo descubrimiento de la NASA

La NASA aporta imágenes sobre la posible existencia de flujos de agua en la superficie de Marte y la ESA detecta gas argón en el cometa al que orbita su sonda Rosetta.


La NASA y la ESA (Agencia Espacial Europea) han presentado este lunes dos importantes novedades sobre sus respectivas misiones “estrella” y las dos tienen que ver con el agua.
Por primera vez, la sonda europea Rosetta ha detectado el gas noble argón en un cometa y, como su concentración relativa es más alta que en la Tierra, este descubrimiento refuta la teoría de que el agua pudo llegar a nuestro planeta por el impacto de estos cuerpos celestres.
Agua marciana
Pero el anuncio de la NASA ha generado mayor expectación entre la comunidad astronómica internacional, porque ha sido calificado como el "mayor descubrimiento" realizado hasta ahora durante la exploración de Marte, el planeta que más se parece a la Tierra en todo el sistema solar.
Según las imágenes obtenidas por la sonda estadounidense MGS (Mars Global Suveyor), el agua líquida ha fluido en la superficie de Marte durante los últimos cinco años y esto aumentaría las posibilidades de que el planeta rojo pudiera albergar vida.


Debate
Estas corrientes de agua podrían llenar hasta 10 piscinas terrestres, según la NASA, pero no todos los investigadores están de acuerdo: algunos creen que estos regueros de color más oscuro detectados en cuatro barrancos marcianos podrían ser avalanchas de polvo o de dióxido de carbono.
Pero, según publica hoy la revista Nature Geoscience, estas rayas oscuras son de agua líquida y se registran incluso hoy en día, porque en estas laderas se han detectado sales que necesitan agua líquida para formarse. Estos “senderos” salados aparecen anualmente, pero sólo durante las estaciones cálidas. El aumento de las temperaturas probablemente permite que el agua aflore por la superficie marciana, aunque los expertos todavía no saben su origen exacto.

Tras más de 30 años, explican el fenómeno del hexágono polar de Saturno

La extraña tormenta hexagonal en el polo norte de Saturno ha concentrado la atención de los astrónomos desde que se descubrió hace 30 años. Ahora un equipo de científicos estadounidenses afirma haber encontrado la explicación de esa peculiar formación.


Un nuevo estudio, realizado por científicos del Instituto de Tecnología y Minería de Nuevo México, afirma haber encontrado la explicación al raro fenómeno conocido como la tormenta hexagonal de Saturno, informa el portal Space. Según el autor principal del estudio, Raúl Morales-Juberías, el equipo logró crear un hexágono bastante similar al de Saturno basándose en un modelo simple de vientos combinados con chorros de agua.
En el modelo, un chorro de aire fluye en dirección este en una trayectoria curva cerca del polo norte de Saturno. Las pequeñas perturbaciones en el chorro hacen que este serpentee en forma hexagonal. Según el estudio, el escenario que mejor se adapta al hexágono de Saturno implica chorros de poca profundidad a nivel de las nubes. Vientos por debajo del nivel de las nubes al parecer ayudan a mantener la forma del hexágono y a controlar la velocidad a la que el mismo se desplaza. Mientras que otros modelos ―con vientos más profundos o los que no toman en cuenta los vientos más abajo― darían lugar a otros patrones como, por ejemplo, de una estrella de seis puntos.
La inusual tormenta gigante de Saturno fue descubierta a principios de los 80 por las sondas Voyager 1 y 2 de la NASA. Nada parecido a este fenómeno se observó en ningún otro planeta: la estructura, que contiene una tormenta en su centro, es de cerca de 32.000 kilómetros de ancho ―que es casi 3 veces mayor al diámetro de la Tierra― y alcanza unos 100 km hacia abajo en la atmósfera del gigante de gas.

"Cráteres del fin del mundo" serían una prueba más del cambio climático, según científicos

Las cavidades se provocan por un derretimiento de los hielos perpetuos que cubren la tundra siberiana, expulsando el gas tal como una fumarola en una zona volcánica.


El conocido como "cráter del fin del mundo" que se formó en el norte de Siberia y cuya imagen ha atraído más de 9 millones de visitas en YouTube no es único y es un fenómeno natural que corrobora el cambio climático, según investigadores.
"El cráter confirma que el cambio climático es real. Lo extraordinario es que este fenómeno a toda vista natural haya ocurrido en un espacio de tiempo tan corto, ante nuestros ojos", aseguró a Efe Leonid Rijvanov, doctor en Geología por la Universidad de Tomsk (Siberia).
Normalmente, los fenómenos geológicos son resultado de procesos de cientos o miles de años, pero los "agujeros negros", como también son conocidos los cráteres aparecidos en la península de Yamal, que significa "Fin de la Tierra" en lengua aborigen, son relativamente recientes.
"Son consecuencia directa del calentamiento de nuestro planeta que está provocando que se derritan los hielo perpetuos que cubren la tundra siberiana. Aunque no es algo catastrófico, ya que Siberia es un lugar muy sensible a los cambios", apunta.
Rijvanov recuerda que el hielo contiene gas y cuando se reduce el espesor de la superficie helada, ese gas sale disparado como si se tratara de fumarolas en las zonas volcánicas y crea esos agujeros con formas tan ideales, que parecen hechas por el hombre, por extraterrestres o un meteorito, como se comenta en las redes sociales.
El famoso cráter, que se encuentra a unos 30 kilómetros de la localidad Bovanenkovo, ha cautivado a expertos y neófitos por su tamaño -más de 60 metros de diámetro y 20 de grosor en su boca, por lo que se podría acceder en helicóptero- y por el hecho de que, por el momento, es imposible ver el fondo.
El hecho que cerca del agujero se encuentre uno de los mayores yacimientos de petróleo y gas de Rusia, y que su operador sea el gigante Gazprom inquietó a los ecologistas, pero el paso de los días parece haber calmado los ánimos de los más catastrofistas. Uno de los primeros en llegar a la zona en helicóptero el 17 de julio fue la geóloga Marina Leibman de la Academia de Ciencias de Rusia, que quedó "impresionada" con la perfección del cráter, que ella describió más como "una cuba".
"No hay rastro de algo que hubiera podido caer del cielo o de una explosión. Lo que vimos alrededor es una tundra absolutamente virgen. No vimos señales de presencia humana, ni basura y ni siquiera rastros de pastores de renos", dijo.
Acercarse era peligroso, ya que el hielo que forma los bordes del cráter se derrite continuamente y la superficie colindante es extremadamente resbaladiza, según relata.
Un operador que le acompañaba acertó a arriar con la ayuda de una cuerda una vídeo cámara, pero tras 50 metros de descenso ni siquiera había alcanzado el fondo del agujero, que supuestamente está cubierto de agua.
"De manera preliminar, se puede decir que en el cráter hay una concentración más alta de lo normal de metano, pero en un máximo de un 9,8 por ciento, por lo que es muy inflamable. Y los niveles de radiación también eran normales", indicó.
En cuanto a las hipótesis, Leibman descarta terminantemente que el agujero fuera provocado por un río subterráneo y vincula el fenómeno con el calentamiento de los últimos años, en particular en 2012.
"El calentamiento pudo haber provocado la liberación de mayores volúmenes de gas. Los cambios de temperatura en la superficie terrestre no están sincronizados con los del aire", precisa.
La científica cree que cuando esa capa de 80 por ciento de hielo perpetuo estuvo más cerca de la superficie de lo habitual debido al calentamiento es cuando se produjo ese intrigante agujero. "Como la superficie es casi impermeable, la presión del gas aumentó y en esa situación pudo haber ocurrido un escape", asegura.
Los expertos recuerdan que la temperatura del hielo perpetuo siberiano es de unos 10 grados bajo cero, mientras el gas está a unos 30 grados centígrados, por lo que esa parece la versión más factible del fenómeno aparentemente de ciencia ficción.
Por de pronto, en la misma región de Yamalo-Nenets se ha encontrado otro de esos agujeros, aunque su diámetro es menor que el anterior, 15 metros, y en el fondo del mar de Bárents existen cientos de ellos, según los expertos.
La coordinadora del programa ártico de Greenpeace Rusia, Yevguenia Belakova, señaló a Efe que el metano tiene un efecto invernadero mayor que otros gases y que su presencia es otro factor que contribuye en gran medida al cambio climático en el Ártico.
En lo que todos están de acuerdo es en la necesidad de enviar una expedición científica permanente para estudiar la zona -ya que podría haber "bolsas de gas", que serían muy peligrosas si se detectan en zonas habitadas o yacimientos de hidrocarburos-, con el fin de predecir la formación de estos agujeros negros.

Localizan en Brasil la decapitación más antigua de América, hace 9.000 años

El cráneo, hallado en la roca refugio Lapa do Santo, estaba enterrado con las dos manos amputadas sobre la cara.


Investigadores han encontrado lo que dicen es el caso más antiguo de decapitación en el Nuevo Mundo, fechada hace unos 9.000 años.
El cráneo fue encontrado por los arqueólogos en la roca refugio Lapa do Santo, en el centro-este de Brasil, y es 6.000 años más antigua que la decapitación confirmada más antigua en América del Sur. Un caso sospechoso de decapitación en Florida podría datar de hace 8.000 años.
Quien fuera el que llevó a cabo esta práctica también cortó las manos de la persona, colocando la mano derecha sobre el lado izquierdo de la cara y la mano izquierda sobre el lado derecho, informa Science.
Pero el equipo liderado por investigadores del Departamento de Evolución Humana del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, que informa del hallazgo en la revista en PLoS ONE, piensa que esto no era una cabeza trofeo de un enemigo, sino posiblemente un caso de adoración del cráneo de un antepasado; tales cultos del cráneo son conocidos desde la prehistoria en Oriente Medio, hace unos 11.000 años.
En apoyo de esta idea, un estudio de las proporciones de isótopos de estroncio del cráneo, un indicador fiable de cuando vivió una persona, muestra que la persona a la que pertenecía el cráneo provenía del mismo grupo de población de otros esqueletos encontrados en la región, más que de un extraño.