miércoles, 23 de septiembre de 2015

¿A punto de descubrir la legendaria tumba de Nefertiti?

Se utilizará un radar no invasivo en la búsqueda de la misteriosa tumba de la faraona de belleza legendaria.


Es uno de los secretos mejor guardados por las arenas de Egipto.Nefertiti, la reina cuya legendaria belleza y enorme poder político hizo que se abrieran para ella las puertas de la Historia, tuvo sin embargo un final oscuro y misterioso. Su tumba, en efecto, jamás ha podido ser encontrada. Pero ahora las cosas podrían estar a punto de cambiar.
El todopoderoso Ministerio de Antigüedades egipcio, del que dependen los tesoros arqueológicos del país de los faraones, ha dado, en efecto, su «visto bueno preliminar» para utilizar un radar no invasivo en la búsqueda de la nunca hallada tumba de Nefertiti. Y es que el conocido egiptólogo Nicholas Reeves tiene la teoría de que la cripta de la hermosa y controvertida reina permanece oculta tras uno de los muros de la tumba de Tutankamon, en el Valle de los Reyes.
Según ha manifestado Mouchira Moussa, portavoz del Ministro de Antiguedades Mamdouh el Damaty, la autorización de seguridad para el uso del radar podría estar lista en el plazo de un mes. «No va a causar daño alguno al monumento», afirmó Moussa.
Hace poco que Nicholas Reeves publicó su teoría, pero nadie hasta ahora ha podido comprobarla y se basa, por lo tanto, en una serie de evidencias circunstanciales. Reeves cree que Tutankamon, que murió a la edad de 19 años, podría haber sido enterrado a toda prisa en una cámara exterior de lo que originariamente fue la tumba de Nefertiti, que a pesar de todos los esfuerzos aún no se ha localizado.
El arqueólogo británico Howard Carter descubrió la tumba del joven faraón en el Valle de los Reyes de Luxor en 1922. Estaba intacta y llena de tesoros de incalculable valor (entre ellos la conocida máscara de oro del faraón).
Cámaras ocultas
En su artículo, Reeves afirmaba que en las imágenes de alta resolución de la tumba de Tutankamon pueden apreciarse líneas bajo la superficie de yeso de las paredes pintadas, lo que indica que podría haber dos puertas ocultas y que hasta ahora han permanecido inexploradas. Una de esas puertas podría llevar hasta la tumba de Nefertiti. Reeves argumenta, además, que el diseño mismo de la tumba de Tutankamon sugiere que fue construida para una reina, y no para un rey.
El radar, de fabricación japonesa, será operado por un experto que viajará junto a la máquina en cuanto la autorización sea oficial. Con ese dispositivo, será posible echar un vistazo a lo que hay más allá de los muros tras los que Reeves sospecha que existen por lo menos dos cámaras ocultas. El egiptólogo, que se mantiene en contacto permanente con el Ministerio de Antiguedades egipcio, llegó a El Cairo el pasado sábado, e inspeccionará la tumba acompañado por el propio Ministro.
«Estamos muy excitados –afirma el portavoz del Ministerio–. Podría no ser la tumba de Nefertiti, aunque sí una que perteneció a uno de los nobles. Pero si se tratara realmente de Nefertiti, sería algo colosal».

martes, 22 de septiembre de 2015

Descubren en Sudáfrica restos de una nueva especie humana

Bautizado como ‘Homo naledi’, este ancestro humano enterraba a sus muertos.


La cueva donde ha sido encontrado mide tan solo 18 centímetros de ancho y está situada a 50 kilómetros de Johannesburgo (Sudáfrica). Concretamente, el equipo de antropólogos, liderado por la Universidad de Witwatersrand, ha hallado 1.500 huesos fosilizados de al menos 15 individuos, que podrían tener más de 2,5 millones de años.

Los descubridores creen que aquellos homínidos fueron depositados por sus congéneres, algo que implicaría un comportamiento funerario no observado anteriormente en humanos tan primitivos. Pero lo que realmente llama la atención de arqueólogos e investigadores es la incapacidad de contestar a día de hoy a algunas preguntas, por ejemplo cómo acabaron allí todos esos cadáveres, si para llegar a la cámara donde se hallaban hay que recorrer 80 metros, trepar por una pared y escurrirse por una grieta ínfima.

Además, ninguno de ellos tiene marcas de traumatismo por una posible caída a la fosa, ni existen marcas de fuertes crecidas de agua que pudiesen haber arrastrado hasta allí los restos. Por ello, queda pensar que alguien debió dejarles ahí siguiendo un ritual funerario, algo que hasta ahora era atribuible a humanos más modernos y con un cerebro más grande.

“Tenemos casi todos los huesos del cuerpo representados varias veces, lo que hace que Homo naledi sea ya prácticamente el fósil de nuestro linaje que mejor se conoce”, ha manifestado Lee Berger, paleaontropólogo de la Universidad de Witwatersrand.

Y por último, ¿cómo sería su aspecto y qué capacidades poseería? Tras estudiarlo y compararlo con otros grupos, los expertos han concluido que se situaría entre el australopithecus y el homo. Medían aproximadamente un metro y medio y pesaban 45 kg, pero ya tenían un cuerpo estilizado, andaban erguidos, y tenían el dedo pulgar oponible que permite fabricar herramientas de piedra.